El verano está cada vez más cerca, por lo que estas semanas resultan cruciales para poner el jardín y los espacios exteriores a punto. Por este motivo, la semana pasada hablamos sobre las hidrolimpiadoras Kärcher y te contamos cómo utilizarlas. Y hoy queremos continuar por ese camino pero centrándonos en el jardín y en las plantas que tengas en él. En concreto, hablándote de un aspecto fundamental: el sistema de riego.
Pero no, no vamos a ofrecerte consejos sobre jardinería y cuidado de plantas. En su lugar, lo que vamos a hacer es hablar de el sistema más eficiente y efectivo para regar cada una de tus plantas: el riego por goteo. Aunque en la actualidad todo el mundo sabe lo que es, la cosa cambia si queremos profundizar en los tipos de goteros que existen y en cómo distribuir el riego. Y eso es precisamente lo que vamos a hacer en esta nueva publicación.
Tipos de goteros
Lo primero que debes tener en cuenta es que necesitarás colocar un programador en el grifo mediante el que vayas a distribuir el agua para tu sistema de riego por goteo. Una vez instalado, tendrás que pensar en qué tipo de gotero te beneficia más. Puedes elegir entre las siguientes opciones:
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Estándar: son los más básicos y no se pueden regular.
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Regulable: permiten seleccionar la salida de agua deseada, con más o menos caudal.
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Autocompensante: el caudal es constante y se puede regular, lo que hace que sea idóneo para zonas irregulares.
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Lineal: con estos tipos solo hay que cortar la tubería y anclar a ella el gotero.
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Nebulizador: aporta una pequeña niebla muy fina de agua para regar las plantas y flores.
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Microdifusor: aportan agua en un macizo de plantas y flores, de manera muy suave.
¿Qué quieres regar?
Una vez hayas colocado el programador, regulado la presión y elegido el tipo de gotero que necesitas, la cosa todavía no ha terminado. Tendrás que seleccionar también de qué manera vas a distribuir el riego por goteo. Fundamentalmente existen conexiones de cuatro tipos: lineal, en codo, en T y en cruz. Pero, como sabemos que esto puede ser un poco complicado, lo que vamos a detallarte es cuál se adapta mejor a cada tipo de planta.
De este modo, en función de lo que quieras regar esto es lo que deberías utilizar:
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Plantas en macetas: instala una derivación en T y usa una manguera para llegar hasta las macetas. Cada maceta deberá contar con su propio gotero sobre la superficie de la misma.
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Setos: tras instalar una primera derivación en T, recurre a una manguera que lleve hasta el seto y que recorra el pie de los arbustos para que el agua caiga en sus raíces. Será tan sencillo como instalar un gotero justo junto al pie del seto.
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Huerto: bastará utilizar la línea principal e instalarle microaspersores fijados a una conexión en T.
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Parcelas y terrenos: para regar en este tipo de superficies lo ideal es recurrir a un aspersor oscilante que pueda ofrecer un riego de lluvia fina en unos pocos metros cuadrados.