Al hablar de explotaciones de tipo agrícola hay que tener en cuenta muchas cosas. Son muchos los aspectos que entran en juego y deberemos tener todo bajo control si no queremos tener que hacer frente a imprevistos. Uno de los aspectos más importantes en este sentido el riego, hasta el punto de que cada vez se busca un uso más sostenible del agua en la agricultura. Sin embargo, no centraremos la mirada en ese aspecto, sino en el filtro de riego.
Existen muchos sistemas de filtración diferentes aunque principalmente podríamos dividirlos en dos tipos: los que son manuales y los automáticos. Y es bastante probable que no sepas cuáles son las diferencias entre cada uno y sus principales puntos fuertes. Por este motivo, hoy vamos profundizar sobre el filtro para riego y las diferentes posibilidades por las que podemos optar.
Sistemas de filtración automáticos
Uno de los sistemas más utilizados en lo que a filtros para riego se refiere son los de tipo automático. Repasamos todo lo que pueden ofrecernos en cuanto a autonomía, efectividad y frecuencia debido a su funcionamiento.
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Autonomía: este tipo de filtro de riego realiza el proceso de autolimpieza de forma completamente autónoma. Algo que hace tras llegar al intervalo de tiempo o valor de presión programado. De esta forma no requiere de que estemos atentos para que se realice la operación.
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Efectividad: un aspecto a tener en cuenta es que para que resulten completamente efectivos el valor de presión debe ser igual o superior al mínimo requerido. Algo que podrá consultarse de forma fácil ya que será el fabricante el que nos aportará el dato correspondiente a cada modelo.
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Frecuencia: la frecuencia de limpieza se ve condicionada por la calidad del agua utilizada, las características del filtrante seleccionado y el criterio de dimensionado elegido. Por norma general la frecuencia de limpieza en los sistemas de filtración automáticos suele ser menor a la de los manuales.
Sistemas de filtración manuales
En el otro extremo en lo que a filtro de riego se refiere nos encontramos a los de tipo manual. A diferencia de los anteriores, que se caracterizan por realizar todo de forma autónoma, estos requieren más trabajo. Para conocerlos mejor, hablaremos sobre el funcionamiento de los sistemas de filtración manuales que existen de filtros para riego.
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Autonomía: a diferencia de los automáticos, aquí se requieren labores de inspección y mantenimiento para comprobar el estado del filtrante. Es por ello que las labores de limpieza depende completamente de una persona dedicada a esta actividad.
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Efectividad: este punto está sujeto a la cualificación de la persona que realice la limpieza y el tiempo que dedique a dicha operación. Si no se cuenta con la habilidad y conocimiento necesario, es probable que la limpieza no se realice de forma efectiva.
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Frecuencia: la frecuencia de limpiezas está determinada a los mismos factores que en los filtros para riego automáticos. Aunque en este caso juega un papel clave la efectividad alcanzada por cada una de las limpiezas realizadas de forma manual.
Conclusión
Llegados a este punto, deberías poder conocer qué tipo de filtro de riego se adapta mejor a tus necesidades. Por norma general, si hablamos de explotaciones agrícolas suele ser una mejor opción elegir los automáticos, ya que nos ofrecen mayor comodidad. Aunque los de tipo manual también son una posibilidad a tener en cuenta. Lo importante es que, elijas el que elijas, te asegures que es de la mayor calidad posible. Comercial Moreno: suministros industriales en riego, energía solar, calefacción, fontanería y mucho más.