La sostenibilidad y la eficiencia son conceptos que cuentan con cada vez más importancia en nuestro día a día. Y lo cierto es que juegan un papel relevante en prácticamente todos los aspectos de nuestra vida, aunque en ocasiones no seamos consciente de ello. En este sentido, la utilización del agua es algo que requiere de gran responsabilidad, sobre todo debido a la escasez de lluvia durante los últimos meses.
Ante esta situación, son muchos los usuarios que están instalando sistemas de riego que sean más responsables y que, por tanto, no malgasten agua. Sin ir más lejos, es algo de lo que hablamos hace unas semanas en el artículo ‘Riego por goteo en tu jardín: todo lo que necesitas saber’. Y hoy queremos ir un poco más lejos profundizando sobre los diferentes tipos de sistemas de riego que existen para ahorrar agua.
Sistemas de riego responsables
Como sabrás, existen muchas formas de regar en la actualidad, aunque lo cierto es que son bastante diferentes unas de otras. Las hay modernas y eficientes y también existen las que son más arcaicas y que, por tanto, desperdician más agua. Y como lo que nos interesa es no desperdiciar líquido, hoy vamos a contarte cuáles son los cuatro sistemas de riego más populares con los que ahorrar agua:
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Riego por goteo.
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Riego por aspersión.
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Microaspersión.
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Riego subterráneo.
Riego por goteo
El primer sistema del que vamos a hablar es el riego por goteo, que es uno de los más eficientes que existen en la actualidad. Es posible utilizarlo tanto para la agricultura como para el riego doméstico y consiste en suministrar agua mediante tuberías perforadas y goteros. Estos distribuyen agua de manera uniforme y lenta, lo que limita el derroche de agua y minimiza la evaporación.
Riego por aspersión
Este sistema consiste en pulverizar agua mediante aspersores a una superficie determinada. Como es lógico, se trata de un sistema que no es tan eficiente como el riego por goteo, aunque permite regar grandes áreas de forma adecuada. A nivel doméstico es muy utilizarlo para regar el césped. Además, no requiere de una gran inversión para su instalación.
Microaspersión
En este caso se trata de la instalación de pequeños aspersores que proyectan agua por el aire. Es similar al riego por aspersión pero aquí se trabaja a menor caudal y presión, por lo que utiliza menos agua. Se trata de un sistema muy bueno para plantas ornamentales y para plantas pequeñas y dispersas.
Riego subterráneo
El último sistema de riego del que vamos a hablar es el riego subterráneo. Como indica su nombre, se trata de un sistema que va por debajo de la superficie y que utiliza tuberías perforadas. Al estar bajo tierra se evita la evaporación, por lo que la pérdida de agua es inexistente. Es muy recomendable para zonas donde el agua es escasa y para cultivos de grandes dimensiones, aunque la inversión a realizar es mayor con respecto a la de otros sistemas.