El jardín, sobre todo si tiene césped y muchas plantas, requiere de ciertos cuidados a lo largo del año. De lo contrario, el aspecto general y la salud de la vegetación comenzará a deteriorarse. Esos cuidados deben aumentar en ciertas estaciones como el verano y el invierno, donde las demandas de las plantas varían en función de la temperatura y las horas de sol.
De hecho, es durante el verano cuando más cuidado hay que tener ya que debido al calor la demanda de agua aumenta de manera significativa. Ahí es cuando entran en juego las herramientas de riego. Sobre ellas te hablamos hace una semana en el artículo ‘Elegir una manguera de riego: cómo hacerlo’. Y en esta ocasión iremos un paso más lejos hablándote sobre los programadores de riego automático.
¿Qué tipos de programadores de riego automático existen?
Antes de nada debes saber qué es exactamente un sistema de riego automático. Podríamos definirlo como un sistema que permite distribuir agua a las plantas de manera controlada, a través de sistemas de aspersión o goteo. Con estos sistemas es posible distribuir el agua en una ubicación seleccionando la cantidad, frecuencia y el horario que se desee.
Esto facilita muchísimo la tarea de regar, que se hará de forma completamente automatizada para que no tengas que preocuparte de nada. Además, tus plantas se regarán aunque tú no estés en casa, por lo que ya no tendrás que pedirle a nadie que vaya a regar tu jardín si te vas de vacaciones.
Pero… ¿Todos los sistemas de riego automático son iguales? Lo cierto es que no, ya que existen varios tipos diferentes. Y todos ellos podríamos agruparlos en dos grandes categorías:
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Programadores analógicos: son muy sencillos de usar e ideales para jardines pequeños y de espacio reducido. Permiten programar la duración del riego y su instalación es tan simple como concectarlos a un grifo o tubería de agua. Tienen pocas funciones pero son muy económicos.
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Programadores digitales: como su nombre indica, son totalmente digitales, lo que hace que su programación sea más sencilla e intuitiva. Por norma general, además, suelen ofrecer más opciones que los programadores analógicos y se recomiendan sobre todo para grandes jardines.
Cómo realizar la programación
Si te preguntas cómo programar un riego automático, lo cierto es que la respuesta dependerá en función del tipo de riego del que se trate. Sin embargo, más allá de las diferencias que puedan existir, en la mayoría de riegos programables basta con seguir estos pasos:
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Encender el programador y seleccionar el modo deseado.
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Seleccionar la fecha.
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Elegir el tiempo de aspersión de agua.
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Seleccionar qué días necesitas que se produzca el riego automático.
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Elegir las horas de funcionamiento.
En la mayoría de programadores también podrás elegir la programación manual, lo que te permitirá activar y desactivar el riego cuando lo necesites. Además de hacerte el trabajo mucho más sencillo, estos aparatos también te ofrecen la ventaja de disfrutar de un gran ahorro de agua, haciendo que el consumo de esta sea mucho más preciso y reducido.