Últimamente el precio de prácticamente todo está por las nubes. La inflación no para de subir y la guerra de Ucrania mantiene el precio del gas muy por encima de lo que pagábamos hace tan solo un año. Hace una semana os contamos qué tener en cuenta para elegir una caldera con la que calentar la casa este invierno y también tener agua caliente. Pero lo cierto es que, más allá de escoger un modelo eficiente, existen otros métodos para pagar menos por la energía.
En el caso que nos ocupa vamos a hablar del gas, uno de los suministros que más han subido de precio durante los últimos meses. Así que, como sabemos que es una de las energías a las que más se recurre durante el invierno, vamos a explicar qué hacer para reducir la factura del gas de vuestra vivienda. De modo que si queréis ahorrar unos euros cada mes, no os perdáis lo que vamos a contaros en este nuevo post.
Contratar la mejor tarifa posible
En lo relativo al gas, todo depende de encontrar la mejor tarifa posible dentro de las existentes en el mercado. Es cierto que en la actualidad todas cuentan con precios elevados. Sin embargo, elegir la más barata de todas puede suponer un ahorro significativo a final de año. En este sentido, existe una tarifa perfecta para conseguir pagar menos de gas: la TUR.
Así lo recomienda la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), que la cataloga como “más interesante” que las tarifas de mercado libre. “La Tarifa de Último Recurso, la TUR, es la opción más segura para evitar que nuestras facturas de gas se disparen este invierno”, detallan desde la organización, aunque también apuntan que se trata de un consejo “temporal”, ya que es posible que los precios puedan cambiar en el futuro.
¿Qué es la Tarifa de Último Recurso?
La tarifa TUR solo la ofrecen ciertas comercializadoras, que son las que pertenecen al mercado regulado. En la actualidad es una opción a tener en cuenta debido a que para un hogar medio con esta tarifa el consumo anual se sitúa en los 723 euros. Una cifra que en el caso de la más barata del mercado libre ascendería hasta los 1.514 euros, cantidad que podría multiplicarse por 3 o 4 si no se contratan de las más baratas.
Las principales características de la TUR son las siguientes:
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Los precios están fijados por el Gobierno.
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No existe un precio determinado, sino que se calcula mediante una fórmula.
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El precio de la tarifa se revisa cada tres meses.
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La tarifa no tienen ningún tipo de permanencia.
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Equivalen a la tarifa de precio regulado del mercado de la luz, la conocida como PVPC.
¿Quién puede contratar esta tarifa?
Llegados a este punto lo más probable es que os preguntéis si todo el mundo puede contratarla. Lo cierto es que para poder hacerlo hay que cumplir unas condiciones, aunque no son demasiado exigentes. Estas condiciones son las siguientes:
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Tener un consumo anual inferior a 50.000 kWh.
Si se cuenta con ese consumo, será posible contratar la TUR. Para ello solo hay que acudir a una comercializadora del mercado regulado y solicitar la contratación de estos servicios.