En entradas anteriores hicimos una comparación que nos podía ayudar a elegir entre dos tipos de sistemas de riego: riego por goteo vs riego por aspersión. Y es que es muy importante saber cómo gestionar el agua para hacer un uso adecuado de ella. Por eso, hoy venimos a aconsejarte sobre cómo elegir un sistema de riego por goteo.
Al igual que existen tipos de riego por aspersión con sus respectivas ventajas e inconvenientes, también es el caso del riego por goteo. ¿Quieres saber más acerca de este tipo de sistema de riego? Entonces, sigue leyendo.
Ventajas del riego por goteo
El riego por goteo nos aporta una serie de beneficios que vamos a mencionar a continuación:
- Permite un mayor ahorro de agua ya que suministra a cada planta la cantidad de agua que necesita. Esto lo convierte en un sistema muy eficiente.
- No se producen encharcamientos por exceso de agua. De esta manera, nos ayuda prevenir la aparición de podredumbres y la proliferación de hongos.
- Favorece la aparición de raíces alargadas y que crecen hacia abajo, conocidas como raíces pivotantes. Este tipo de raíces absorben y almacenan mejor el agua, teniendo así un mejor acceso a sus nutrientes.
- Al funcionar con baja presión no requiere de una bomba que deba impulsar el agua. Se trata de un mantenimiento sencillo y barato.
- Permite el riego de manera autónoma, por lo que nuestra presencia no es necesaria para su funcionamiento.
¿Cómo funciona el riego por goteo?
En el sistema de riego por goteo el agua circula a baja presión hasta que llega a los goteros, que son los encargados de emitir el agua sobre cada planta. Los goteros son aquellos elementos donde se descarga el agua gota a gota sobre las plantas.
Hay una serie de componentes necesarios en el sistema de riego por goteo:
- Reductor de presión. Al necesitar poca presión para su funcionamiento, se requiere la instalación de un reductor de presión para que los goteros y demás componentes del sistema de riego funcionen correctamente. Si se produjese un exceso de presión, los goteros podrían saltar.
- Filtro. Se necesitan para poder evitar que la acumulación de cal o de sedimentos contenidos en el agua, ya que éstos obturan los goteros.
- Tubería. Conducto que sirve para la distribución de agua en la instalación del riego. Las hay de diversos diámetros, siendo el más habitual de 16 mm de diámetro.
Tipos de sistemas de riego por goteo
Dependiendo de cómo se quiera suministrar el agua se elije un tipo de gotero, entre los que podemos encontrar:
- Gotero de caudal constante. No se pueden regular por lo que siempre suministran la misma cantidad de agua. Este tipo de gotero es el más sencillo y económico. Está indicado para plantas adultas que siempre requieren la misma cantidad de agua.
- Gotero autocompensante. Son goteros no regulables, como los de caudal constante, pero capaces de compensar las diferencias de presión. Esto hace que se garantice siempre el mismo caudal.
- Gotero regulable. Este tipo de gotero permite regular el caudal, que puede ser de hasta 60 litros por hora. Es ideal para plantas que se encuentran en etapa de crecimiento o para aquellos lugares cuya humedad y temperatura son muy cambiantes.
- Microaspersores. Es un tipo de aspersor que pulveriza el agua en forma de lluvia, a través de gotas muy finas. Se recomienda cuando se necesitan regar varias plantas a la vez. Son un complemento ideal para un sistema de riego por goteo.
Conclusión
El sistema de riego por goteo es una opción ideal ya que se adapta al tamaño de cualquier jardín, terreno e incluso terrazas, pudiendo adaptarse al riego de macetas, setos, etc. Se trata de un sistema que economiza mucha agua y que no solo es bueno para el cuidado del medio ambiente, sino también para el de nuestro bolsillo. Pero como siempre decimos, deberás elegir el método que mejor se adapte a las necesidades que deseas cubrir. Comercial Moreno: suministros industriales de riego, energía solar, calefacción, fontanería y mucho más.