En anteriores ocasiones ya te hemos ofrecido algunos consejos sobre el cuidado de los espacios exteriores de tu vivienda, con el jardín como principal protagonista. Sin ir más lejos, antes de que acabara el año te contamos cuáles son los cuidados del césped para que este siempre luzca perfecto. Sin embargo, más allá del césped los jardines tienen otros protagonistas. Es el caso de los setos, que sirven como pantallas o paredes perfectas para nuestro jardín.
Los setos son plantas perfectas para conseguir delimitar de forma natural los espacios del jardín. Además, también sirven para conseguir un extra de privacidad y protección. Sin embargo, no siempre lucen frondosos y eso hace que no puedan cubrir esa función. Y para que esto no se convierta en un problema para ti, hoy vamos a enseñarte todo lo que debes saber para conseguir que tus setos sean frondosos.
¿Cómo plantar arbustos para formar un seto frondoso?
Lo primero que debes tener en cuenta si quieres que tus setos sean frondosos es que existen muchas especies y que no todas son iguales. De hecho, hay setos altos que pueden llegar a crecer hasta por encima de un metro al baño y otros bajos de crecimiento más lento. Más allá de elegir el seto correcto, otro punto importante tiene que ver con cómo plantarlo.
Un seto, en resumidas cuentas, es una conjunción de arbustos plantados en línea recta. Lo ideal es que dejes una separación entre ellos de 1,5 metros aproximadamente y que pongas un tutor en cada uno de los extremos para guiar su crecimiento. Haciendo esto conseguirás que el crecimiento sea parejo y que los setos sean realmente frondosos.
¿Cómo cuidar los setos?
Más allá de tener en cuenta qué especies elegir y cómo plantarlos, para que tus setos estén perfectos también es muy importante que los cuides correctamente. Y esto es algo que nos lleva a hablar de tres aspectos concretos: la poda, el riego y las enfermedades.
La poda
Cuando hablamos de este tipo de arbustos la poda se convierte en la acción más básica e importante de todas. En el caso de un seto de hoja caduca, este necesitará al menos dos o tres podas al año. Mientras que si se trata de un seto de hoja perenne será suficiente con podar una vez cada año. El mejor momento para hacerlo será entre febrero y marzo para una primera poda. Y si necesitas hacer más podas, lo mejor será hacerlo a finales de agosto o en otoño.
El riego
En lo referente al riego debes saber que durante sus primeros años de vida es importante que los riegues con cierta frecuencia, ya que sus raíces no son muy profundas y no podrán luchar de forma efectiva contra la falta de agua. Para regar en verano hazlo durante el atardecer, mientras que en los meses de invierno hazlo mejor por la mañana.
Evitar enfermedades
Otra de las claves con estas plantas tiene que ver con evitar enfermedades. En concreto hay una ante la que deberías permanecer alerta: la fitóftora, conocida como la enfermedad de los setos. Se trata de un hongo que seca las hojas del seto poco a poco y hace que acabe muriendo. La buena noticia es que evitar esta enfermedad es fácil, ya que basta con no regar en exceso y escoger una tierra con buen drenaje.