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Cloración salina: conoce cómo desinfectar la piscina con sal

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Las piscinas son las principales protagonista del verano. De hecho, durante el periodo estival se convierten en el mejor método para disfrutar, pasarlo bien y, sobre todo, huir del calor. Sin embargo, para poder utilizarlas y que sean plenamente seguras hay que tener en cuenta varias cosas. Desde la importancia de un buen mantenimiento, hasta aspectos como la iluminación de la piscina para bañarse por la noche.

Y si nos centramos en el mantenimiento, mantener desinfectada el agua es una de las preocupaciones a las que más atención se debe de poner. Aunque en este sentido hay una técnica que nos permitirá tener que hacer muchas menos cosas para mantener el agua en buen estado: la cloración salina.

Cloración salina: desinfección del agua con sal marina

Cuando hablamos de cloración salina hacemos referencia a la desinfección del agua de una piscina a través de sistemas de electrólisis salina, algo que se ha popularizado mucho durante los últimos años. Se trata de una alternativa al uso de cloro que es más respetuosa a nivel medioambiental y que aporta una experiencia de baño más agradable.

Pero… ¿Cómo funciona este sistema y cuáles son sus principales ventajas? A continuación vamos a contarte todo lo que debes saber al respecto. De modo que si quieres empezar a utilizar este tipo de cloración en tu piscina no te pierdas este artículo.

¿Cómo funciona este sistema?

Para que el agua esté desinfectada utilizando la sal básicamente hay que cambiar el cloro por sal. Eso sí, debe hacerse de una forma muy concreta: añadiendo sal al agua de la piscina en una concentración de 4-6 gramos por litro, que es alrededor de seis veces menor que la proporción del agua de mar. Esa concentración de sal permanece constante en el vaso de la piscina, de manera que únicamente hay que reponer pequeñas cantidades de ella cuando hay pérdidas de agua en la piscina.

En lo relativo al funcionamiento del filtrado, el agua salada pasa por unos equipos de electrólisis que generan una débil corriente eléctrica. Eso a su vez genera un cloro que se combina con el agua y forma diferentes componentes como iones de cloruro, iones hipoclorito y ácido hipocloroso. Y como resultado de la mezcla de ellos se genera el denominado como cloro activo, que es el que desinfecta el agua de la piscina.

¿Cuáles son sus principales ventajas?

Ahora que sabes cómo funciona este sistema, lo normal es que te preguntes por qué utilizarlo. Para que te sea más sencillo, vamos a ofrecerte algunas de las ventajas más interesantes de la cloración salina:

  • Confort: bañarse en una piscina salada es más confortable que hacerlo en una con cloro tradicional. No aparecerán molestias en ojos, paladar, piel y pelo.

  • Higiene y salud: los niveles de higiene y desinfección son mayores.

  • Sostenibilidad: se trata de un método respetuoso con el medioambiente.

  • Durabilidad: la vida del clorador salino es mayor y eso implica un ahorro sustancial en el mantenimiento de la piscina.

  • Mejor desinfección: la cloración salina desinfecta la piscina de forma automática y permite controlar el nivel de pH del agua.

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