Las calderas y los calentadores son herramientas perfectas para poder calentar una vivienda. Por norma general, se tratan de aparatos que calientan agua a una determinada temperatura con dos objetivos: disponer de agua caliente sanitaria y alimentar los radiadores del hogar para funcionar como sistema de calefacción. Un elemento imprescindible en prácticamente cualquier vivienda, sobre todo durante los meses de más frío del año.
Tipos de calderas
Entre todas las calderas y calentadores que existen podemos diferenciar una gran cantidad de tipos diferentes. Por un lado encontramos las calderas de gasoil, mientras que también existen otras que utilizan como combustible el gas. Sin olvidas las estufas de pellets, que recurren a unos pequeños trozos de madera compactada para realizar su función. Repasamos los tipos más destacados e interesantes que podemos encontrar hoy día en el mercado como sistemas de calefacción:
Calderas de gasoil
Como su nombre indica, las calderas de gasoil funcionan usando gasoil como combustible. Son bastante económicas en comparación con otros tipos y su mantenimiento es bastante fácil de realizar. Aunque, por contra, requieren de un espacio bastante grande para poder instalar el depósito de gasoil. Sirven como sistema de calefacción y para generar agua caliente sanitaria. Resultan perfectas para inmuebles o viviendas de gran tamaño y, aunque son tradicionales, han evolucionado mucho durante los últimos años.
Calderas de leña
Este tipo es bastante parecido al anterior con la gran diferencia de que en vez de utilizar un combustible derivado del petróleo se vale de la leña. Gracias a ella calienta agua y la distribuye a través de radiadores o sistemas de suelo radiante para funcionar como calefacción. Además de, evidentemente, ofrecer agua caliente sanitaria. Un sistema que permite disfrutar de un calor ecológico y muy confortable durante el invierno.
Caldera de gas de condensación
En este caso se trata de una caldera de gas de alto rendimiento que produce agua caliente a una temperatura baja, de entre 40 y 60 grados centígrados. Esto le permite obtener un elevado rendimiento pero reduciendo las emisiones contaminantes de CO2. Su principal ventaja, como hemos destacado, tiene que ver con el rendimiento: ofrecen cifras superiores al 100%, por encima del 90% como máximo que alcanzan otros tipos más convencionales.
Caldera de pellets
El último tipo del que vamos a hablar son las calderas que usan pellets para generar calor. No podemos confundirlas con las estufas de pellets, ya que son aparatos completamente diferentes. Mientras que las estufas se usan para calentar solo una habitación, una caldera de este tipo permiten generar calor y agua caliente para toda una casa. Eso sí, se calientan con el mismo combustible: serrín prensado con una alta densidad energética.
¿Qué calentador elegir?
A la hora de determinar qué tipo de calderas o calentadores deberíamos comprar, lo cierto es que no existe una misma respuesta para todo el mundo. Y es que, todo depende del rendimiento que necesitemos conseguir y del uso que vayamos a darle. De este modo, es posible que para algunas personas las calderas de gasoil sean más útiles y económicas. Mientras que otras puedan decantarse por otras opciones como las que se alimentan de leña o con pellets.
Así, lo más recomendable sería establecer primero cuáles son nuestras necesidades: determinar si solo queremos agua caliente sanitaria o un sistema con el que calentar toda una casa. Y, después, tener en cuenta las características del inmueble en el que realizar la instalación. Lo mejor para evitar errores es recurrir a un profesional experimentado para que nos asesore en todo este proceso y nos ayude a dar con la opción más adecuada para nosotros.
